ZAPATEO CHINCHANO

La Danza De Los Negritos
En la Danza de Negritos de Chincha se cantan melodías de
pentatonía andina, con versos de villancicos españoles y se zapatea con rítmica
de ascendencia africana.
Esta danza se practica en Navidad para el nacimiento de
Jesús y el 6 de enero en homenaje a la Melchorita (beata chinchana), divinidad
popular cuyo santuario se encuentra en el distrito de Grocio Prado.
Es una danza vigente en los sectores populares de Chincha,
bailada por mestizos, cholos, zambos, y no solamente por negros.
Villancicos españoles
La hegemonía de la cultura occidental y cristiana durante la
época colonial se ejerce especialmente y de manera efectiva a través de la
Iglesia Católica. Entre la Navidad y la Bajada de Reyes se festejaba con danzas
y música, la incorporación de nuevos cristianos.
Allí nacen las Danzas de Negritos que existen en el Perú. El
término "negro" no aludía al color de la piel sino a que se llamaba
negro o moro a los no bautizados. Las referencias a la esclavitud fueron
incorporados posteriormente.
La danza de negritos fue transformada en cada región. En
algunas se pierden los textos y se baila con banda de metales, como en Huánuco
y otros departamentos de la sierra, añadiéndoles otros personajes que dan
testimonio de la historia regional o local. Así lo señalan los investigadores
Pulgar Vidal, Pavletich y Vizcaya, en su Antología de negritos, de 1973.
En Chincha permanecieron los cantos de adoración al Niño,
con textos de villancicos españoles, como se puede ver en las distintas
mudanzas, como "Contradanza", "El Divino",
"Pastorcillo", "Arrollamiento", "Hoy cantemos y
bailemos", que componen la Danza de Negritos.
Africanidad en la Danza de Negritos
La población de ascendencia africana en el departamento de
Ica, incorpora a la danza un tipo de zapateo de gran riqueza rítmica. Se
zapatea colectivamente luego de cada estrofa cantada. También se zapatea
individualmente en contrapunto o competencia.
Los patrones rítmicos del zapateo y su complejidad nos
muestran la continuidad de este importante elemento cultural de procedencia
africana. Y cabe la hipótesis de que en este zapateo se encuentren patrones
rítmicos derivados de la música que se hacía en tambores.
Las condiciones sociales de esclavitud, y las condiciones
geográficas de aridez de la costa peruana, determinaron la pérdida de
instrumentos musicales como tambores y marimbas. Es posible que la rítmica que
se ejecutaba en esos instrumentos se trasladase a una ejecución corporal. Se
puede considerar el zapateo como un instrumento musical y no solamente como
parte del baile o coreografía.
En todas las mudanzas o canciones de la danza de negritos,
que son más de 30, se zapatea, cada una con patrones rítmicos específicos.
También hay variantes e improvisación sobre todo cuando hacen "pasadas en
contrapunto".
Trabajo campesino y esclavitud
La incorporación de nuevos textos diversifica la temática de
la danza de Negritos. Nuevas mudanzas hacen alusión, abierta o sutilmente, al
trabajo en el campo y a la situación de esclavitud.
El maestro Amador Ballumbrosio, violinista y Caporal de la
danza de Negritos explica que en la canción "Zancudito" se relaciona
la picadura del zancudo con el dolor de un latigazo:
"[...] cuando uno está medio flojo y no quiere
trabajar, una picadura de zancudo lo hacesaltar a uno".
Amador Valleumbrosio#GGC11C
En algunas versiones de la danza como en el grupo el Hatajo
de Sunampe, la familia Torres expresa que es preferible el "cuarto
oscuro" o calabozo a los latigazos.
"Las serranitas
Con melodía andina, también forman parte de la danza de
Negritos las "Serranitas", con temática amorosa. Algunos versos
corresponden al cancionero popular español y se encuentran también en otros
países latinoamericanos.
Tanto en la Danza de Negritos, como en otras de la costa
peruana se observa cómo la hegemonía cultural española se hizo efectiva
imponiendo, entre otras cosas, las prácticas artísticas. Una forma de dominio
ideológico que implicaba a su vez reprimir o prohibir, censurando y
persiguiendo las prácticas culturales de las poblaciones de procedencia
africana y de los indígenas peruanos.
Ninguna de las tres vertientes culturales era homogénea,
menos aún en sus expresiones populares. Las nuevas condiciones socioeconómicas,
de esclavitud colonial, fraccionaron aún más los grupos sociales y sus
culturas, sometiendo a negros e indios.
Sin embargo, tanto las poblaciones de procedencia africana
como las indígenas, transformaron la música y danza hispanas imprimiéndoles un
carácter nuevo, gestando así una personalidad cultural propia, que ahora
podemos identificar como lo criollo popular de la costa peruana.
La cultura costeña peruana, es el resultado de un largo
proceso, que se inicia con la ruptura de las culturas originales, y prosigue
con la formación o construcción de una nueva identidad sociocultural que
responde a las nuevas condiciones de vida. Una identidad con características
sui géneris debido a la presencia conflictiva de tres culturas: española,
africana e indígena.
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